La práctica del deporte -así sea en modo aficionado- tiene grandes beneficios en la salud física y mental, ya que promueve el bienestar, eleva la calidad de vida, mejora la autoestima e inculca capacidades de liderazgo, perseverancia y trabajo en equipo, entre tantos otros provechos. Y a nivel profesional, las mujeres en el deporte desafían los estereotipos de género y se convierten en fuente de inspiración y modelo a seguir, tal como resalta un artículo de ONU Mujeres.
Hoy en día las mujeres son más visibles que nunca en el deporte. Mientras que en los Juegos Olímpicos de 1900 en París, de un total de 997 atletas solo el 22 fueron mujeres; en la actualidad la presencia del género en competencias es fuerte. Por ejemplo, en las Olimpíadas de 2012 de Londres fue la primera vez que hubo representación femenina en todos los deportes del programa Olímpico y en Río hubo aproximadamente 4700 mujeres compitiendo, lo que es un 45% del total de atletas.